Exceso de agua en las plantas de cannabis

El agua es la base de la alimentación de una planta de cannabis, pues sin ella es imposible que se desarrollen. De hecho, sin la humedad del agua, una semilla autofloreciente o una semilla feminizada ni siquiera sería capaz de germinar. No obstante, al igual que les da la vida, un exceso de agua en las plantas puede desde frenar su crecimiento hasta pudrir su sistema radicular y matarlas. Es imprescindible regar la marihuana minuciosamente y con calma y, en el caso de observar signos de excedente de líquido, actuar rápidamente. 

El cannabis necesita un aporte de agua específico en cada una de sus fases: germinación, plántula, crecimiento y floración. Aunque conforme se van sucediendo las etapas, son más resistentes a un exceso de agua, en todas puede ocurrir y se debe intervenir con la mayor prontitud posible. 

Excesos de agua en las plantas de marihuana por fase

Germinación

Las primeras fases del ciclo de vida de una planta de marihuana son las más delicadas y en las que se decidirá cómo se desarrollará o si lo hará, ya que es fundamental realizar correctamente la germinación de las semillas sin cometer errores para que logren brotar. Principalmente, las semillas feminizadas o autoflorecientes se puede germinar de dos formas, aunque cada cannabicultor tiene su librillo. 

La forma más extendida para los cultivos caseros es colocándolas sobre dos servilletas de papel ligeramente mojadas, en un tupper para mantener la humedad. Es importante mantener el nivel de humedad correcta durante todo el germinado, pues un exceso de agua a la futura planta acabará por pudrirla. Las semillas de marihuana pueden tardar de 2 a 7 días en germinar. Es recomendable cambiarles el papel cada dos días en el caso de que tarden más en brotar. 

También es posible germinar una semillas directamente en un jiffy. Para ello, hay que mojar el jiffy con agua limpia, libre de hongos o cualquier virus. Si es necesario se drenará el líquido residual para evitar el exceso de agua en la planta y, por tanto, de humedad; asegurándose de que no quede demasiado compacto. La semilla ha de cubrirse con una ligera capa de tierra del mismo jiffy, sin llegar a enterrarla ni ejercer presión excesiva por encima de la misma. 

Plántula

Junto con la germinación, la plántula es el momento en el que la planta es más débil, por lo que se debe tratar con especial cuidado y proveerla de los cuidados necesarios minuciosamente. Para controlar el líquido aportado a la misma lo más fácil es utilizar macetas pequeñas, que no superen los 0,5 litros. Así, en el caso de producirse un exceso de agua durante el riego de las plantas, la tierra se secaría mucho antes que empleando macetas más grandes. 

Adicionalmente, cuando una maceta tiene exceso de agua, desaparece en la planta la necesidad de expandir sus raíces para extraer el líquido de cada rincón de la maceta y, por ende, no se expande. La consecuencia inmediata de este hecho es un crecimiento mucho menor, por lo que la planta no desarrollará todo su potencial.

Si esta situación se alarga demasiado y el nivel de humedad es muy alto, la falta de oxígeno del sustrato provoca la podredumbre de las raíces tiñéndolas de un marrón oscuro. La plántula no podrá absorber más alimento, lo que se conoce como asfixia radicular

Fase de crecimiento

En la fase vegetativa de la planta, ésta será más resistente a los excesos de agua. No obstante, si se prolonga lo suficiente en el tiempo, las raíces terminan pudriéndose o aparecen hongos de los que es muy difícil deshacerse y, probablemente, terminen con el cannabis. La mejor forma de controlar el riego es reglar varias veces por semana con poca cantidad (entre 2 y 3), evitando así cualquier exceso. 

Fase de floración

Durante la última etapa del cannabis, cuando crea y engorda sus flores, demanda más agua y nutrientes que en ninguna de las fases anteriores, por lo que es mucho más difícil que se produzca un exceso de riego. En el caso en el que ocurriera, se observaría en la parte aérea de la planta: las hojas se doblarían hacia el suelo y comenzarían un proceso de marchitación. El sistema radicular también puede verse afectado por un exceso de nutrientes. Un pronto lavado de raíces solucionará el problema.

Cabe mencionar la importancia de retirar las hojas de la planta cannabis que caigan durante esta fase en la maceta. La humedad podría pudrirlas y provocar la aparición de hongos, lo que contaminaría el sustrato y la planta. 

Cómo corregir un exceso de agua

Actuar sin demora ante un exceso de agua es de vital importancia para evitar la podredumbre del sistema radicular o la aparición de hongos como el fusarium o el Phityum, que acabarán con la planta. 

Una de las opciones tras detectar exceso de agua en la planta y principios de podredumbre radicular, es dejar secar el sustrato y, con el próximo riego, utilizar aproximadamente un 4% de agua oxigenada para eliminar cualquier rastro de hongo, en el caso de que hubiese aparecido. El contacto con el hidrógeno puede acabar con él por oxidación. 

En general, cuando se ha producido un exceso de agua en la planta, dejar secar el sustrato es esencial. Es muy probable que parte de las raíces se hayan podrido por el encharcamiento producido en la parte inferior de la maceta. En los siguientes riesgos, para recuperar el sistema radicular y que se desarrolle sano, se utilizarán enzimas: moléculas catalizadoras que consigue que crezca más rápido mediante ciertos procesos químicos. Dichas enzimas terminan su labor en la planta convirtiéndose en azúcar, que es absorbido por la misma.

Sin embargo, una forma de dificultar el exceso de agua en las plantas es elegir un sustrato adecuado. Entre la gran variedad que hay en el mercado, existen aquellos que facilitan el drenaje, por lo que no se acumulará el líquido fácilmente en la maceta. Éstos son los que incluyen perlita, un mineral volcánico que favorece la aireación del suelo, contribuyendo a que las raíces accedan al oxígeno. Además, promueve una liberación del agua lenta, es decir, mejora el drenaje del sustrato.  

La variedad escogida es un factor importante a tener en cuenta con los problemas de exceso de agua en la planta. Aunque la misma genética puede tener una oposición diferente a la podredumbre radicular, lo óptimo es buscar una planta de marihuana resistente, sobre todo aquellos horticultores que todavía no controlan ciertas cuestiones del cultivo.

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