Cómo diferenciar las distintas variedades de cannabis

Existen varios subtipos de variedades de marihuana, pero todas ellas provienen de tres  muy diferenciables por sus características morfológicas: cannabis índica, cannabis sativa y cannabis ruderalis. Además, también presentan unos olores y sabores bastante diferenciados, pero son los más expertos en la materia los que consiguen notar estas diferencias inmediatamente. No obstante, actualmente la predominancia de los híbridos complica la tarea de identificar ante qué tipo de planta se está. 

Las especies predominantes en todo tipo de semillas de marihuana son las variedades sativas e índicas, mientras que la ruderalis juega un papel fundamental en la aparición de las semillas autoflorecientes de cannabis. No obstante, las más famosas son las semillas feminizadas y las híbridas, aunque también se pueden encontrar las regulares, las fast y las de CBD.

Características de las variedades de marihuana

Para poder diferenciar las distintas variedades de marihuana se han de conocer las características morfológicas, aromáticas y de sabor de cada uno de los tipos más utilizados para la creación de las subvariedades. Las principales variedades de plantas de cannabis son las índicas, sativas y ruderalis. 

Sus diferencias provienen del proceso de adaptación que han sufrido en sus lugares de origen para desarrollarse acorde a las temperaturas e inclemencias meteorológicas de cada zona. Esta es la razón por la que presentan formas y flores muy diferentes.

Variedades índicas

Las cepas índicas provienen de las regiones frías, montañosas y secas de la India y de Nepal. En un clima con estas características las variedades de marihuana índica se han adaptado acortando su fase de floración y creando cogollos densos y un follaje espeso. Como consecuencia, en su morfología se aprecian hojas anchas de folíolos gordos y con pocas separación entre ellos. Los cogollos aparecen prietos, densos y compactos, al igual que su follaje; frondoso y ramificado. 

Las índicas no resaltan por su gran altura, ya que normalmente no supera los 1,5 metros de estatura. De esta característica deriva que sea muy utilizada en interior, donde no ocupa mucho espacio y hay que esperar menos para tener lista la cosecha. De hecho, esta variedad es popular por su excelente relación producción/ciclo vital, por tener una fase de floración que no supera los 50 días y un rendimiento que destaca por la cantidad de cogollos compactos y resinosos que dejará cosechas muy abundantes. 



Estas características provocan que sea muy utilizado para la producción comercial en aquellos países en los que la marihuana se ha legalizado. No obstante, se recomienda utilizar técnicas LST en busca de una penetración de luz mayor en todas las zonas de la planta para asegurar el máximo rendimiento de las flores. 

Las flores de esta variedad de marihuana están cargadas de THC y resina, perfectas para la preparación de hachís. Sus terpenos le proporcionan un aroma y sabores muy apetecibles donde resaltan los matices dulces miel y frutas. Éstos vienen acompañados por un efecto fuertemente sedante, por lo que se utiliza para paliar dolores. Se considera una planta nocturna por ser perfecta para ayudar a dormir. 

Variedades sativas

Al contrario que las índicas, las variedades sativas son originarias de zonas con climas tropicales con temperaturas más elevadas. Crecen de forma natural en Colombia, México, algunas zonas de África, en Vietnam y en Tailandia. Así, desde la germinación, muestran predisposición al crecimiento elevado vertical con el fin de adaptarse a veranos húmedos y largos. Como consecuencia presenta mayor espacio internodal y sus flores crecen de forma alargada y aireados para evitar la aparición de moho.

La forma de las hojas de esta variedad de marihuana son una gran ayuda a la hora de diferenciarla del resto de variedades. En este caso, siguiendo su patrón de crecimiento y morfología, las hojas sativas se presentan en forma de abanico con folíolos delgados y mucho más abiertos que los índicos. 

Los aromas y sabores de las sativas también son muy diferentes de las índicas aunque sólo los más experimentados son capaces de distinguir las sativas de las índicas por estas cualidades organolépticas. En este caso aporta un sabor más terroso que recuerda en gran parte a combustible. Los efectos energizantes, estimulantes y motivadores hacen que las sativas sean consideradas plantas diurnas porque son aptas para utilizarlas durante el día por no producir efectos narcóticos. 

Respecto al cultivo es más apropiado para exteriores por su gran altura. De hecho en interior necesitará de la aplicación de ciertas técnicas de poda para evitar su verticalidad, pues dejándola crecer de forma natural chocará con los focos y se quemará. En exterior, al contrario, su estructura escasamente ramificada, alta y de hojas estrechas permitirá la penetración del sol en toda la planta y, por ende, un desarrollo más fructífero de sus flores.




Variedades ruderalis

Esta variedad de cannabis es la menos conocida porque los bancos no venden semillas de ruderalis. Su comercialización no interesa por no contener apenas THC, únicamente contiene niveles leves de CBD, por lo que los bancos han limitado su uso a la creación de variedades de semillas autoflorecientes. Pues éstas plantas consiguen sus particulares características de no fotodependencia de las ruderalis. 

La planta ruderalis es original de Siberia, Rusia central y el norte de Europa, zonas con temperaturas tan frías que cuando esparce sus semillas por la nieve para sobrevivir, éstas se congelan y con la llegada del sol durante los pocos días soleados de estos lugares, se descongela y crece. Por el poco tiempo que está presente la luz solar su fase de crecimiento no dura más de 6 semanas y la de floración hasta 8 semanas.

Aunque el rasgo más característico de esta planta es su capacidad de autoflorecer, es decir, pasar a la fase de floración en función de su estado de madurez, no del cambio de fotoperiodo. Una vez más forma parte del proceso de adaptación de esta variedad de marihuana al ambiente, pues en un clima frío con apenas horas de luz al día no es posible realizar los fotoperiodos convencionales. 

Es poco probable necesitar diferenciar una ruderalis de una sativa o de una índica, pero si ese fuera el caso, se identifica por ser menos ramificada que otras variedades, crecer con aspecto silvestre o de hierbajo, compacto  y en forma de cono. La escasa popularidad de esta cepa de cannabis se debe a sus bajos niveles de THC con predominancia de CBD, y a su baja producción. 

Se puede utilizar como cannabis medicinal, aunque para este fin se suele juntar con cáñamo para conseguir variedades de marihuana con efectos terapéuticos más fuertes. 

Otras variedades de marihuana

De las tres variedades de marihuana descritas se derivan otras más conocidas, y muchas de ellas comercializadas por los bancos de semillas de todo el mundo, por lo tanto, todas ellas pueden provenir variantes sativas, índicas o ruderalis; o ser una combinación. Las más importantes son:


  • Semillas feminizadas. Se caracterizan por producir únicamente plantas hembras, asegurando una cosecha libre de semillas al finalizar la etapa de floración. 
  • Semillas regulares. De estas semillas pueden crecer tanto plantas hembras como macho, por lo que, si se busca una cosecha de flores de calidad, se han de retirar los machos una vez identificados para evitar que polinicen al resto de plantas y se llenen de semillas. Se utilizan sobre todo para hacer cruces y crear nuevas variedades.
  • Semillas de autofloración. Siempre cuentan con genética ruderalis aunque se entremezcla con sativa, índica o ambas. Estas variedades de marihuana pasan a floración según su edad, no por fotoperiodo. Su producción es reducida pero su ciclo de vida también. 
  • Semillas de CBD. Suelen ser plantas feminizadas que se han mezclado con otras de alto contenido en CBD para conseguir un efecto más relajante y medicinal.
  • Semillas híbridas. Son semillas que se han creado juntando genéticas de variedades de marihuana sativas, índicas y ruderalis en proporciones diferentes para crear nuevas variedades con características mejoradas. 


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